Acerca de Dos Palillos
La genialidad de Albert Raurich, forjado en la legendaria cocina de elBulli, se materializa en Dos Palillos como una propuesta audaz y singular. Más que un restaurante japonés, este espacio es un puente culinario que une la informalidad y la energía de una barra de tapas española con la sofisticación y el rigor técnico de una barra de degustación asiática. Aquí, la experiencia trasciende el plato para convertirse en un diálogo directo entre el cocinero y el comensal, en un ambiente íntimo y vibrante.
La carta es una celebración del producto y la técnica, donde el concepto de "neo-sushi" y sashimi alcanza nuevas cotas. Cada bocado es una demostración de creatividad, desde nigiris que desafían las convenciones hasta platillos que exploran los sabores más profundos de la gastronomía de Japón y otras regiones de Asia. La materia prima, de una calidad excepcional, es la protagonista indiscutible, tratada con un respeto reverencial para extraer su máxima expresión en texturas y sabores puros y definidos.
El corazón del local es su imponente barra, un escenario donde el equipo de cocina ejecuta cada plato con una precisión casi coreográfica. Sentarse en Dos Palillos es convertirse en un espectador privilegiado de este ballet culinario, observando de cerca la destreza y la pasión que se imprimen en cada creación. Esta proximidad genera una atmósfera dinámica y participativa, eliminando las barreras tradicionales del servicio y haciendo de la comida una experiencia compartida y memorable.
Ubicado en el ecléctico barrio del Raval, el restaurante se presenta como un oasis de alta cocina en un entorno lleno de historia y carácter. Este contraste enriquece la visita, convirtiéndola en un verdadero descubrimiento. La experiencia se redondea con detalles cuidados como la selección de sakes y la delicadeza de los wagashi, los dulces tradicionales japoneses que ponen un broche de oro a un menú que es, en sí mismo, un viaje.
Dos Palillos no es simplemente una cena; es una inmersión en una filosofía culinaria única, diseñada para paladares curiosos y exigentes. Es la elección perfecta para quienes no solo buscan una comida excepcional, sino una experiencia gastronómica completa, estimulante y profundamente original. Una visita imprescindible para los exploradores culinarios que deseen presenciar la vanguardia de la cocina asiática en Barcelona.
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