Fragola

En Fragola, la pizza es la protagonista indiscutible. Con una masa elaborada con esmero para lograr ese equilibrio perfecto entre una base fina y unos bordes aireados y crujientes, cada pizza que sale de su horno es una celebración del sabor. La carta recorre desde las combinaciones más clásicas, como una Margherita ejecutada con sencillez y buenos ingredientes, hasta propuestas más creativas que satisfacen a los paladares que buscan algo diferente. El uso de productos frescos y una salsa de tomate con el punto justo de acidez son el sello de la casa. Más allá de sus aclamadas pizzas, la propuesta culinaria se extiende a otros pilares de la gastronomía italiana. Sus platos de pasta, servidos en raciones generosas, siguen las recetas tradicionales que reconfortan y evocan los sabores de siempre. Desde una carbonara cremosa hasta unos raviolis caseros, la carta ofrece opciones para todos los gustos, complementadas por una selección de entrantes perfectos para compartir, como la provoleta fundida o ensaladas frescas que preparan el paladar para el plato principal. El ambiente en Fragola es tan honesto y directo como su cocina. Se trata de un espacio acogedor y sin pretensiones, diseñado para disfrutar de la comida en un entorno relajado y familiar. El trato cercano y eficiente del personal contribuye a una experiencia agradable, convirtiéndolo en un punto de encuentro habitual para los vecinos del barrio de la Guineueta y para cualquiera que busque un rincón auténtico donde comer bien sin formalidades excesivas. Este restaurante es la elección ideal para quienes valoran una cocina italiana auténtica a precios justos. Es perfecto para una cena informal entre amigos, una comida familiar durante el fin de semana o simplemente para satisfacer un antojo de buena pizza sin complicaciones. Su popularidad en la zona es un testimonio de su consistencia y de la calidad que ofrece día tras día. Fragola no busca deslumbrar con técnicas vanguardistas, sino conquistar con la fuerza de los sabores tradicionales bien ejecutados. Es un refugio gastronómico fiable, un lugar donde la calidad del producto y el cariño en la elaboración son los verdaderos protagonistas, asegurando que cada visita sea una experiencia satisfactoria y deliciosa.