Restaurante Creperie Bretonne

Restaurante Creperie Bretonne ofrece un auténtico viaje sensorial a la Bretaña francesa sin necesidad de salir de Barcelona. Este encantador local se especializa en el arte de la crêpe, elaborada siguiendo las recetas tradicionales para ofrecer un sabor genuino y reconfortante que ha conquistado a una clientela fiel. Aquí, la sencillez se convierte en una experiencia culinaria memorable, basada en la calidad del producto y el respeto por la tradición. La carta se divide sabiamente entre las dos estrellas de la casa: las galettes saladas y las crêpes dulces. Las galettes, preparadas con la característica harina de trigo sarraceno que les aporta un toque rústico y una textura inconfundible, sirven como base para rellenos tan clásicos como el de jamón, queso y huevo, así como para otras combinaciones más creativas y sabrosas. Son la opción ideal para una comida completa, ligera y llena de matices. Para los amantes del dulce, las crêpes de harina de trigo son una tentación difícil de resistir. Desde la simplicidad de una crêpe con azúcar y limón hasta creaciones más golosas con chocolate fundido, frutas frescas, nata o helado artesanal, cada bocado es un homenaje a los postres y meriendas más emblemáticos de Francia. Perfectas para cerrar una comida o para disfrutar en una tarde tranquila. El ambiente del local es tan honesto como su cocina: un espacio acogedor, con una decoración sencilla y un trato cercano que te hace sentir como en casa. Situado en Sant Gervasi - Galvany, se ha ganado una sólida reputación como un rincón de confianza, un lugar sin pretensiones donde lo más importante es disfrutar de buena comida en buena compañía. Con unos precios muy ajustados y una calidad que se percibe en cada plato, la Creperie Bretonne es la elección perfecta para quienes buscan una comida deliciosa, diferente y auténtica. Es una pequeña embajada del sabor bretón que demuestra que no hace falta grandes artificios para crear una propuesta gastronómica sólida y entrañable. Una visita obligada para redescubrir el placer de las cosas bien hechas.