El Cercle

El Cercle propone un fascinante diálogo culinario donde las costas del Mediterráneo y la sutileza de Japón se encuentran. Más que un restaurante, es una declaración de intenciones: demostrar que dos mundos gastronómicos aparentemente distantes pueden conversar en armonía en un mismo plato. Esta fusión se materializa en una carta dual que invita a los comensales a un viaje de sabores, permitiendo explorar lo mejor de cada cultura o combinarlas en una experiencia única y memorable. Alojado en la primera planta del histórico Reial Cercle Artístic, el espacio es uno de sus grandes atractivos. Su ubicación en el Barri Gòtic no es casual, sino que refuerza el contraste entre la historia del edificio y la modernidad de su propuesta. Al cruzar sus puertas, se accede a salones señoriales con una decoración cuidada y contemporánea, que culminan en una espectacular terraza-jardín interior. Este oasis urbano, protegido del bullicio de la ciudad, se convierte en el escenario perfecto para una velada especial. La vertiente mediterránea de su cocina se basa en el respeto por el producto de proximidad y en recetas que evocan la tradición catalana, pero siempre con un giro creativo. Aquí se pueden encontrar desde arroces melosos y pescados frescos del día hasta carnes cocinadas a la perfección, platos que celebran los sabores familiares con una presentación refinada y un toque distintivo que los actualiza. En contraparte, la cocina japonesa se despliega con elegancia y técnica. Su barra de sushi es el epicentro de esta oferta, donde se preparan con precisión piezas clásicas y de autor. La calidad del pescado es notable, dando vida a una selección de makis, nigiris y sashimis que destacan por su equilibrio y frescura, ofreciendo una alternativa ligera y sofisticada para los amantes de la gastronomía nipona. La experiencia en El Cercle es ideal para quienes buscan algo más que una simple cena. Es un lugar versátil, perfecto tanto para una comida de negocios en un entorno distinguido como para una cena romántica bajo las estrellas en su jardín. El ambiente, sofisticado pero a la vez relajado, invita a disfrutar sin prisas, ya sea compartiendo una selección de tapas de fusión o degustando un cóctel al atardecer. En definitiva, El Cercle es una invitación a descubrir un rincón singular en Barcelona donde el arte del entorno y la gastronomía se fusionan. Una opción excelente para paladares curiosos que valoran tanto una propuesta culinaria dual y de calidad como un ambiente con historia y encanto propio.