Al Sultan

Al Sultan es más que un restaurante; es una puerta de entrada a los palacios de Marrakech y a los vibrantes zocos de Oriente Medio sin necesidad de salir de Barcelona. Desde el momento en que se cruza su umbral, el ambiente transporta a los comensales a un mundo de hospitalidad y calidez. La cuidada decoración, con sus lámparas de filigrana, cojines bordados y el suave murmullo de música tradicional, crea un refugio íntimo y acogedor, perfecto para desconectar del ritmo de la ciudad. La propuesta culinaria es un homenaje fiel a las recetas transmitidas de generación en generación. Aquí, la cocina se entiende como un arte que requiere tiempo y dedicación, donde las cocciones lentas y el uso magistral de las especias son los verdaderos protagonistas. Cada plato está diseñado para ofrecer un equilibrio de sabores complejos y aromáticos, desde las notas dulces de la canela y los dátiles hasta el toque terroso del comino y el azafrán. La carta invita a un recorrido por platos emblemáticos que definen la gastronomía de la región. Los tagines, cocinados a fuego lento en sus recipientes de barro hasta que la carne se deshace tiernamente, son una de las especialidades más aclamadas. Junto a ellos, el couscous esponjoso, servido con una variedad de verduras y carnes, y una selección de mezzes fríos y calientes para compartir, como el hummus cremoso o el baba ganoush ahumado, componen una oferta auténtica y generosa. Este oasis de tranquilidad se encuentra en la Vila de Gràcia, un barrio que celebra la diversidad cultural y donde Al Sultan encaja como una joya exótica. Su ubicación en Torrent de l'Olla lo convierte en una parada ideal para quienes pasean por las encantadoras calles de la zona, ofreciendo una experiencia gastronómica que complementa a la perfección el espíritu bohemio y cosmopolita del entorno. Ideal para una cena íntima, una celebración en un grupo reducido o simplemente para quienes buscan una experiencia culinaria diferente, Al Sultan ofrece un viaje sensorial memorable. Es el lugar perfecto para compartir una comida sin prisas, culminando la velada con un tradicional té a la menta y una selección de dulces árabes. Una invitación a explorar la riqueza de la cocina marroquí y de Oriente Medio en un ambiente que te hará sentir a kilómetros de distancia.