El Chigre 1769

El Chigre 1769 es mucho más que un restaurante; es un puente gastronómico que conecta la esencia del Cantábrico con el alma del Mediterráneo. Su nombre evoca una declaración de intenciones: "Chigre", la tradicional sidrería asturiana, y "1769", un guiño al año de construcción del edificio histórico que lo alberga. Aquí, la cultura de la sidra y el vermut se fusiona en una propuesta culinaria que celebra el producto, la tradición y el placer de compartir. Enclavado en una de las calles con más encanto del barrio de la Ribera, su ambiente captura la magia del entorno. Las paredes de piedra vista, la iluminación cálida y el murmullo constante de conversaciones crean una atmósfera vibrante y acogedora. Es un espacio con historia, donde cada rincón parece contar una anécdota, convirtiéndose en el escenario perfecto tanto para una cena íntima como para un animado encuentro con amigos. La carta es un fiel reflejo de su concepto, ofreciendo un viaje de sabores honestos y reconocibles. Las elaboraciones giran en torno a un producto de primera calidad, con especialidades que traen lo mejor del mar y la montaña. Desde tapas creativas y raciones generosas hasta platos más contundentes, cada bocado demuestra un profundo respeto por las raíces asturianas sin renunciar a la frescura y ligereza de la cocina mediterránea. Por supuesto, la sidra natural escanciada es la protagonista indiscutible de la experiencia. La experiencia en El Chigre 1769 es social, cercana y auténtica. Está diseñada para quienes disfrutan de la buena mesa sin formalismos excesivos, donde lo importante es la calidad de la comida y la compañía. El servicio, atento y conocedor, guía al comensal a través de las sugerencias del día, asegurando que cada visita sea memorable. No es casualidad que se haya ganado el aprecio de tantos comensales, convirtiéndose en un referente para locales y visitantes. Perfecto para quienes huyen de lo convencional y buscan un lugar con carácter propio, El Chigre 1769 ofrece una parada imprescindible en el mapa gastronómico de Barcelona. Es una invitación a redescubrir sabores tradicionales presentados con un toque contemporáneo, a disfrutar de una cocina con fundamento y a vivir una experiencia que alimenta tanto el cuerpo como el espíritu.