Colmado Murria

Entrar en Colmado Murria es realizar un viaje en el tiempo a la Barcelona modernista de finales del siglo XIX. Fundado en 1898, este establecimiento emblemático trasciende la definición de un simple deli o wine bar para convertirse en un pedazo vivo de la historia de la ciudad. Su fachada, declarada de interés cultural, y su interior, que conserva la ebanistería original, los mostradores de mármol y los históricos anuncios publicitarios pintados por Ramon Casas, crean una atmósfera única y absolutamente cautivadora. Ubicado en la señorial Dreta de l'Eixample, el entorno del Colmado Murria complementa a la perfección su propuesta. No es un lugar de paso, sino un destino en sí mismo para quienes aprecian la belleza, la historia y, por supuesto, la gastronomía de alta calidad. El ambiente es íntimo y distinguido, ideal para una conversación tranquila mientras se admiran los detalles que han sobrevivido a más de un siglo de historia. La propuesta gastronómica se centra en la excelencia del producto. Aquí, el protagonismo recae en una selección curada de embutidos ibéricos de bellota, quesos artesanos de pequeños productores, foies, ahumados y conservas gourmet que elevan el concepto de aperitivo a una nueva categoría. Cada artículo ha sido escogido con un criterio exigente, buscando ofrecer sabores puros y memorables que hablan de tradición y saber hacer. Complementando la oferta de deli, su faceta como wine bar presenta una bodega excepcional. La carta de vinos es un recorrido cuidado por denominaciones de origen tanto nacionales como internacionales, con etiquetas que armonizan a la perfección con las degustaciones de producto. El personal, conocedor y apasionado, sabe guiar al comensal para crear maridajes que realzan la experiencia y descubren nuevas sensaciones al paladar. Visitar Colmado Murria es mucho más que salir a comer o a tomar una copa de vino. Es una inmersión en la cultura barcelonesa, una oportunidad para disfrutar de productos de una calidad notable en un entorno que respira autenticidad por los cuatro costados. Es el lugar perfecto para un aperitivo refinado, una degustación sin prisas o para adquirir esas joyas gastronómicas que marcan la diferencia. Una propuesta indispensable para gourmands y amantes de la historia.