Acerca de Dos Torres
Albergado en una espectacular villa modernista de principios del siglo XX, el restaurante Dos Torres se erige como un auténtico oasis de tranquilidad y elegancia en el distinguido barrio de les Tres Torres. Su magnífico jardín, uno de los secretos mejor guardados de la zona, ofrece un refugio del bullicio urbano y crea un escenario incomparable para una experiencia gastronómica memorable, donde la historia del edificio y la naturaleza se entrelazan.
La propuesta gastronómica está a la altura de su entorno, presentando una alta cocina mediterránea que rinde homenaje al producto de temporada y a la excelencia de la materia prima. La carta, cuidadosamente diseñada, explora los sabores clásicos del recetario europeo con una presentación contemporánea y una técnica depurada, logrando un equilibrio perfecto entre la familiaridad del sabor y la sorpresa de la elaboración.
El espacio se distribuye en diferentes ambientes, cada uno con su propio encanto. Los salones interiores conservan la majestuosidad de la arquitectura original, con detalles ornamentales y una atmósfera señorial, ideal para veladas íntimas o comidas de negocios. Durante los meses más cálidos, la terraza-jardín se convierte en la protagonista, un lugar idílico para disfrutar de un almuerzo al sol o una cena bajo las estrellas.
En cada plato se percibe el respeto por el ingrediente principal. Desde pescados salvajes cocinados con precisión hasta carnes de primera calidad y arroces que evocan la esencia del Mediterráneo, cada creación está pensada para deleitar. La bodega, con una notable selección de referencias nacionales e internacionales, complementa a la perfección la oferta culinaria, permitiendo un maridaje excepcional guiado por un servicio profesional y cercano.
Visitar Dos Torres no es solo salir a comer, es sumergirse en una experiencia integral donde la alta gastronomía, un servicio atento y un entorno de ensueño se fusionan. Es la elección perfecta para celebraciones especiales, encuentros importantes o, simplemente, para regalarse un momento de placer y desconexión en uno de los enclaves más singulares de Barcelona.